La práctica religiosa, ejecutada de manera frecuente por miembros de la élite, servían como un medio para apaciguar y honrar determinadas deidades. Los sacrificios se realizaban en rituales altamente estructurados, cargados de un vasto significado simbólico.
Tras un análisis de datos forenses y de relatos etnohistóricos, la investigación identificó tres diferentes métodos de extracción del corazón:
- La toracotomía subdiafragmática, en la que se hacía una incisión directamente debajo de las costillas.
- La toracotomía intercostal, en la que el corte se hacía entre las costillas.
- La toracotomía bilateral transversal, en la que se cortaba horizontalmente el esternón para llegar al corazón.
Además de aclarar detalles antes desconocidos acerca de las técnicas y dispositivos de extracción, la investigación echa luz a la relación entre los rituales de extracción de corazón y las conceptualizaciones del cuerpo humano como fuente de alimento para las deidades.
"Se ofrecieron corazones y sangre como sustento a las deidades que representan el sol y la tierra en reconocimiento de sus sacrificios durante la creación del universo", explica Dicyt.
El estudio titulado Cofres abiertos y corazones rotos: secuencias rituales y significados del sacrificio del corazón humano en Mesoamérica refuerza, además, las sugerencias de que los rituales de sacrificio humano servían como "actos de obligación, reciprocidad y recreación".