"Por si no bastara el coronavirus, también tenemos que enfrentarnos al 'comunavirus'", expresó Araújo en Twitter, invitando a leer la reseña que publicó en su blog sobre el libro Virus, de Slavoj Zizek, "con su proyecto de usar la pandemia para instaurar el comunismo, el mundo sin naciones ni libertad, un sistema hecho para vigilar y castigar".
Não bastasse o Coronavírus, precisamos enfrentar também o Comunavírus.
— Ernesto Araújo (@ernestofaraujo) April 22, 2020
No meu blog, analiso o livro "Virus" de Slavoj Žižek e seu projeto de usar a pandemia para instaurar o comunismo, o mundo sem nações nem liberdade, um sistema feito p/ vigiar e punir:https://t.co/LYsfO2K9fg
En su blog, el canciller critica el papel central que ha adquirido la Organización Mundial de la Salud (OMS) durante la pandemia, porque cree que la causa de la "desnacionalización" es uno de los presupuestos del comunismo.
"Transferir poderes nacionales a la OMS bajo el pretexto (¡jamás comprobado!) de que un organismo internacional centralizado es más eficiente para lidiar con los problemas que los países actuando individualmente es apenas el primer paso en la construcción de la solidaridad comunista planetaria", dice el canciller.
El ministro brasileño defiende que, en su libro, Zizek explicita algo que se está preparando desde hace 30 años, desde la caída del muro de Berlín, cuando en su opinión, el comunismo no desapareció sino que se dotó de nuevos instrumentos: "El globalismo es el nuevo camino del comunismo", escribe el jefe de la diplomacia brasileña.
En su opinión, hasta ahora éstos habían sido instrumentos eficientes, pero la pandemia, "colocando a los individuos y sociedades ante el pánico de la muerte inminente, representa llevarlos a su máximo exponente", dice el brasileño.
El ministro añade que con el pretexto de la pandemia se construirá un "estado de excepción global permanente, transformando el mundo en un gran campo de concentración".
Según el balance más reciente del ministerio de Salud de Brasil, el país cuenta con 2.741 muertos y más de 40.000 contagiados por SARS-Cov-2.
A pesar de los datos y de que el país aún se se encuentra en la curva creciente de contagios, las principales autoridades del país, empezando por el presidente Jair Bolsonaro, suelen minimizar los peligros de la enfermedad y abogan por la vuelta a la normalidad lo antes posible.