"Nos han estado engañando, fueron opacos desde los primeros días del virus, por lo tanto, no tengo mucha confianza en que ahora sean honestos con nosotros", dijo Esper en una entrevista concedida al canal NBC News en el programa Today.
Al mismo tiempo, Esper indicó que "si el Gobierno chino hubiera sido más transparente antes, nos habría ayudado a ir un paso por delante del virus, entender su ADN, crear vacunas de forma más rápida".
El 14 de abril, el periódico Washington Post comunicó que hace dos años los representantes de la Embajada estadounidense en China visitaron varias veces el Instituto de Virología en la ciudad china de Wuhan, con el que colaboraron varias organizaciones de EEUU, y advirtieron sobre la seguridad insuficiente de las investigaciones del coronavirus en murciélagos, realizadas por el laboratorio.
A finales de marzo, la agencia Bloomberg informó, citando a fuentes anónimas, que Pekín supuestamente ofreció datos subestimados sobre el número de contagios y muertes por el coronavirus.
Por su parte, el Ministerio de Exteriores chino calificó estas declaraciones de mentirosas y amorales.
El 29 de marzo, la Comisión Nacional de la Salud de China anunció que había logrado frenar la propagación de COVID-19 en el país, que comenzó a fines de diciembre en la ciudad china de Wuhan.
Al contrario, Estados Unidos es actualmente el epicentro mundial de la pandemia del COVID-19 con el mayor número de casos confirmados. Hasta la fecha se han registrado en EEUU más de 640.000 contagios y unas 31.000 muertes.