Desde el punto de vista psicológico, las personas que se consideran invulnerables son justamente las más vulnerables al coronavirus, afirmó Lang. En una entrevista a radio Sputnik, el psicólogo apuntó que si una persona cree que el virus no le va a contagiar, su cuerpo también pasa a creer esto y gradualmente desactiva los mecanismos de defensa.
"Cuando una persona cree que no puede enfermarse, entonces su instinto de autoconservación no funciona. Es posible que esta persona no note los signos peligrosos que pueden manifestarse en él. Incluso si esa persona desarrolla síntomas de coronavirus, puede pensar que se trata de un resfriado común", detalló Lang.
El psicólogo agregó que cuando una persona cree que nunca le pasará nada, ella representa un peligro no solo para sí misma, sino también para la sociedad. Una persona que está segura de que no se enfermará puede, por ejemplo, no respetar el aislamiento social ni las medidas de prevención impuestas por las autoridades.
Por otro lado, Lang puso de relieve que la ansiedad excesiva tampoco es algo beneficioso en la prevención del COVID-19.
"Existe también, por el otro lado, las personas que entran en pánico. Tienen miedo de contraer [la enfermedad causada por] coronavirus. Están tan convencidos de ello que terminan presentando síntomas. Son síntomas falsos. Los pensamientos de que definitivamente se enfermarán actúan a nivel psicosomático. La persona queda en un estado constante de estrés, mata su sistema nervioso y puede sufrir ataques cardíacos, derrames cerebrales e, incluso, volverse loca", alertó el psicólogo.
"Se debe lavar las manos, mantenerse a una distancia de un metro y medio de otras personas y no pensar en cosas malas. Una persona bajo estrés atrae la enfermedad. Si quiere estar sano, piense en lo bueno y cumpla con todas las reglas que prescriben los médicos", concluyó Lang.