El sector del petróleo parece recuperar el aliento. Gracias al compromiso acordado entre Rusia y Arabia Saudí, principales exportadores de petróleo, de reducir sus extracciones, se podrá evitar que se precipite el precio del oro negro. No obstante, es EEUU quien está queriendo llevarse el mérito.
El país norteamericano ha posibilitado que México, exportador imprescindible para llegar a un acuerdo, finalmente haya aceptado las nuevas condiciones. Pero el medio estadounidense The American Conservative considera que la contribución de EEUU es "ilusoria", ya que el país, considera, no podrá prometer nuevos recortes ni contribuir significativamente al plan global de reducción de bombeo.
No hay que olvidar que el sector del petróleo estadounidense ya ha sufrido reducciones muy considerables, de manera que nuevos recortes "serán catastróficos, llevando a muchos [productores de petróleo] a la bancarrota" y creando el contexto perfecto para una depresión "potencialmente peor que la de la década de 1930", señala el medio.
El portal estadounidense va aún más allá y considera que, ante esta complicada situación, la única opción de Trump es recurrir a Rusia para poder gestionar adecuadamente la reducción de las extracciones. Y esto se produce en un contexto en que EEUU es el país más afectado del mundo por la pandemia de coronavirus y Trump incluso ha aceptado ayuda médica de Rusia en una conversación telefónica con Vladímir Putin.
Pero el presidente ruso no planteó el tema del levantamiento de las sanciones contra Rusia durante las conversaciones con los líderes de otros países, incluidas aquellas con su homólogo estadounidense, Donald Trump, declaró el 13 de abril el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
"En lugar de pedirle a Trump que levante las sanciones, Putin consiguió que Trump ayudara a subrayar la posición de Rusia de que las sanciones eran un impedimento innecesario para las relaciones entre Estados Unidos y Rusia durante la pandemia de coronavirus", destaca The American Conservative.
La OPEP+ acordó el 12 de abril reducir la producción de petróleo en 9,7 millones de barriles por día en mayo y junio, 7,7 millones en el segundo semestre del año y 5,8 millones a finales de abril de 2022. México, sin embargo, insistió en ciertas condiciones, y finalmente reducirá su bombeo en solo 100.000 barriles diarios en mayo y junio, siendo el resto compensado por Estados Unidos.