"Estamos abiertos al diálogo con Washington sobre nuevas tecnologías prometedoras, incluidas las armas hipersónicas, en el contexto de todos los aspectos y factores que influyen en la estabilidad estratégica", dijo Lavrov en una entrevista en línea concedida a los medios rusos y extranjeros.
El canciller ruso comentó que hace dos semanas le había llamado el secretario estadounidense de Estado, Mike Pompeo, y habló sobre el control de armamento y la estabilidad estratégica en general.
"En Rusia aplaudimos ese interés de nuestros socios norteamericanos porque desde hace tiempo los incitamos a ocuparse más activamente de esos problemas", afirmó.
"Pero Moscú quiere unos debates más concretos, incluido el debate sobre el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START)", remarcó el jefe de la diplomacia rusa.
El último tratado de control de armas estratégicas, el START III, suscrito entre Rusia y EEUU data de 2010 y expira en febrero de 2021. EEUU hasta ahora no se ha comprometido a extender el acuerdo, señalando que convendría establecer un régimen de control de armas enmendado que también incluya a China.
Las armas de ataque de velocidad hipersónica —cinco veces más alta que la velocidad del sonido— son una prioridad de desarrollo en el presupuesto del Pentágono para el año fiscal 2021.
Exploración del espacio
Además, el canciller ruso destacó la disposición de Rusia a cooperar con EEUU sobre la exploración y el uso del espacio con fines pacíficos a la luz de la orden ejecutiva del presidente estadounidense, Donald Trump, para explotar comercialmente los recursos de la Luna.
"A la luz de las iniciativas que presentó el presidente Trump, quién enfatizó directamente en este memorándum la necesidad de proporcionar apoyo internacional para los planes de exploración de la Luna de conformidad con el tratado de 1967, consideramos este enfoque como una solicitud y estamos dispuestos a cooperar para encontrar enfoques universalmente aceptables", dijo Lavrov.
El 6 de abril, el presidente del país norteamericano firmó un decreto que proclama el derecho de EEUU a efectuar la extracción de recursos minerales en el espacio, pero, al mismo tiempo, propuso debatir durante los próximos seis meses con otros países los acuerdos sobre la exploración y extracción de esos recursos en la Luna y en otros cuerpos celestes.
El decreto no reconoce el Acuerdo que gobierna las actividades de los Estados en la Luna y otros cuerpos celestes, más conocido como Tratado de la Luna.
Actualmente son 17 los países que han firmado y ratificado el Tratado de la Luna, que compromete a los países que operan en el espacio compartir con otras naciones los recursos extraídos.
EEUU está preparando para 2024 una misión a la Luna.
