"Esta asistencia financiera de emergencia representa el primer desembolso en virtud de un acuerdo de préstamo del FMI a El Salvador en más de tres décadas; El Salvador ha adoptado medidas estrictas para prevenir y contener la pandemia desde principios de febrero, incluso antes de que se diagnosticara el primer caso, incluidas restricciones de viaje, cuarentena obligatoria para ciudadanos expuestos, suspensión de operaciones no esenciales del sector público y privado, y confinamiento", dijo el FMI.
Se espera que las medidas de contención del virus de El Salvador junto con la recesión económica mundial detengan la actividad a corto plazo y causen un deterioro temporal en las posiciones fiscales y externas del país, según el comunicado.
La respuesta de emergencia de las autoridades también comprende medidas para mitigar el impacto económico de la pandemia en la población, incluso a través de transferencias de efectivo dirigidas a hogares vulnerables y desgravación fiscal en los sectores económicos más afectados, agrega el comunicado.
La estabilidad macroeconómica debe preservarse permitiendo que estas restricciones temporales por el virus caduquen el próximo año, una vez que la pandemia haya terminado, y comprometiéndose con un ajuste fiscal gradual a partir de 2021.
Dicha estrategia debería colocar a la deuda pública en un camino firmemente decreciente para alcanzar el 60% del Producto Interno Bruto para 2030, asegurando el cumplimiento de la Ley de Responsabilidad Fiscal de la nación, según el comunicado.