"La visera especial está hecha de polímero transparente y permite proteger completamente la cara, incluyendo los ojos, se puede utilizar como un medio adicional de protección. Los bordes del elemento se imprimen en plástico biodegradable con una impresora 3D", explicó la oficina de prensa de MISIS a Sputnik.
La visera protectora está creada en base a una hoja transparente y unos bordes de plástico de tal forma que se puede adherir en la cabeza con una banda de goma regular. Además, el plástico empleado es resistente a las soluciones antisépticas, por lo que puede ser esterilizado después de cada turno y este puede volver a ser utilizado.
Según el jefe de FabLab, Vladímir Kuznetsov, los ingenieros inicialmente notaron que imprimir el borde de una visera protectora llevaba más de una hora y también han descubierto algunas desventajas como la deformación de algunos detalles del material al ser calentado a una temperatura de 70 grados. Por estas razones, los especialistas decidieron optar por métodos alternativos de producción más eficaces que les permitirá producir 1.000 elementos protectores por semana.
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Actualmente, el grupo de ingenieros de MISIS trabaja en apoyo al proyecto de voluntarios rusos denominado Creadores vs. COVID. Se prevé que el primer lote de este novedoso material de bioseguridad esté a disposición de los médicos que trabajan con enfermedades infecciosas como el COVID-19 en las clínicas de Moscú.
