"Presentar proyectos de conmutación de penas o indultar a los condenados por delitos de lesa humanidad es olvidar el grave daño que se le causaron a los ciudadanos chilenos y extranjeros, y al país, durante la dictadura", afirmó Vásquez, secretario nacional de Derechos Humanos del Partido Por la Democracia (centroizquierda).
A comienzos de este mes, el presidente Sebastián Piñera envió un proyecto de ley al Congreso para conmutar las penas de 1.300 presos en grupos de riesgo, como mujeres embarazadas o adultos mayores, para que cumplieran sus condenas en sus domicilios con el fin de descongestionar las cárceles durante la pandemia del coronavirus, iniciativa que fue aprobada la semana pasada por el Congreso.
Estos legisladores exigieron que la ley se modifique y que se incluyan también dentro del beneficio a los violadores de derechos humanos, quienes quedaron fuera de la conmutación en el documento.
Para zanjar esta diferencia de criterios entre el Gobierno y el ala más conservadora de su propio sector, Piñera encontró dos salidas:
- Por un lado, evaluará entregar indultos presidenciales directos a reos condenados por delitos de lesa humanidad en edad avanzada o con enfermedades;
- Al mismo tiempo impulsará en el Congreso un proyecto llamado "Ley Humanitaria", que está sin avances hace dos años y que indulta a todos los presos que tengan enfermedades terminales, sin distinguir el delito cometido.
La derecha y sus "héroes"
Para Vásquez, tanto el requerimiento de los parlamentarios oficialistas ante el Tribunal Constitucional como los posibles indultos de Piñera a los exagentes, son parte de "una constante búsqueda de la derecha de liberar a los que consideran sus 'héroes de la patria'".
"La derecha de este país lleva adelante esta cruzada desde que retornó la democracia a Chile en 1990 y se abrieron los primeros procesos judiciales contra Pinochet y sus agentes; ellos quieren hacer un 'perdonazo' (sic) y un 'borrón y cuenta nueva' indultándolos, porque no se dan cuenta del horror que se cometió en dictadura", afirmó.
Asimismo, señaló que los estándares en materia de derecho internacional rechazan el indulto para estos casos, afirmando que sólo se admiten reducciones de penas si los condenados muestran real arrepentimiento y colaboran con las investigaciones judiciales.
"En Chile no hemos visto ni arrepentimiento ni colaboración con los casos que aún están impunes, pensando que hasta la fecha aún hay más de mil detenidos desaparecidos y no se ha conseguido ni verdad ni justicia", recordó.
Durante la dictadura de Pinochet, que duró 17 años, cerca de 28.000 personas fueron torturadas, 3.197 fueron asesinadas y unas 200.000 fueron obligadas al exilio, según cifras oficiales.
