"Muchos animales han notado la ausencia del público y ahora siguen con mucho interés a cada persona que pasa cerca, da la impresión que, por ejemplo, los monos antropóides —gorilas y orangutanes— esperan con impaciencia las visitas", señaló.
El interés hacia los seres humanos ha aumentado incluso entre los animales menos socializados, como son, por ejemplo, los osos panda.
"Los pandas grandes en la naturaleza suelen vivir en solitario, y en el Zoológico de costumbre no necesitan más que sus juguetes, pero ahora todo su aspecto denota que les falta algo, ellos han empezado a ir al encuentro de cada persona que se acerca a su área", revelaron los zoólogos.
También dijeron que los médicos veterinarios organizan entrenamientos a los animales, procuran enriquecer su hábitat y les ofrecen nuevos juguetes para divertirlos y compensar la falta de la atención por parte del público.