"Por el momento el proceso epidemiológico en Rusia se desarrolla según uno de los escenarios más favorables", dijo Skvortsova en declaraciones transmitidas por la cadena de televisión Rossiya 24.
Según Skvortsova, desde el inicio Rusia ha estado un paso más adelante de la epidemia.
El aumento diario de contagios en Rusia es de un 18 o 20%, lo que permite gestionar bien el tratamiento, señaló.
Skvortsova afirmó, citando a expertos, que si la población se comporta de manera racional y se incrementa el número de test por coronavirus "quedarán unos 10 o 14 días antes de que lleguemos a una meseta, luego nos mantendremos en la meseta por algún período" y después comenzará el descenso.
De acuerdo con los expertos, Rusia se mantendrá en la meseta hasta aproximadamente mediados de junio, añadió.
"Normalmente en una situación monótona, en la tercera semana cualquier persona siente un estrés psicológico, hay que impedir que esos aspectos psicológicos a los que cada uno puede enfrentarse durante el confinamiento provoquen infracciones del régimen y salidas a la calle", comentó Skvortsova.
Además, Skvortsova comunicó que Rusia desarrolló chips para detectar coronavirus en un período de entre 15 a 20 minutos.
"Desarrollamos chips que vamos a presentar este viernes [10 de abril]", dijo Skvortsova en declaraciones transmitidas por la cadena de televisión Rossiya 24.
Según la experta, los nuevos chips se basan en "la amplificación isotérmica" que, a diferencia de la reacción en cadena de la polimerasa, no requiere distintas temperaturas en distintas fases. Añade que en este caso la amplificación se realiza con la misma temperatura, de unos 60 grados centígrados, y necesita menos tiempo para detectar el patógeno.
En lo que se refiere a la vacuna contra el virus, Skvortsova dijo que ahora no tiene sentido esperarla y lo mas probable es que sea creada a finales de este año.
Rusia registra hasta la fecha 7.497 casos del coronavirus, 58 de ellos letales.
Desde el 11 de marzo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) califica de pandemia la enfermedad COVID-19 causada por el coronavirus SARS-CoV-2, detectado por primera vez en la ciudad china de Wuhan a finales de 2019.
A lo largo del mundo se han detectado hasta ahora más de 1,4 millones de casos de infección por el nuevo patógeno, incluidos más de 80.700 decesos y casi 298.000 pacientes recuperados.
