"Estuvimos con mi mamá cuatro horas de espera para entrar al banco", contó a Sputnik una mujer de 41 años llamada Cynthia Méndez.
Esta argentina acompañó a su madre, de 68 años, a cobrar la jubilación en la entidad bancaria que tiene asignada, una sucursal del Banco Provincia en el municipio de Villa Adelina, en la provincia de Buenos Aires.
A dos semanas de la cuarentena obligatoria decretada por el Gobierno de Alberto Fernández, la madre de Cynthia aguardó en la fila con su mascarilla, pero la mayoría de las personas no llevaba ningún elemento de protección, observó su hija.
De esta manera, esperaron durante horas junto a ellas "abuelos muy grandes, algunos de los cuales no podían estar de pie", contó.
"Mi mamá es persona de riesgo (por tener más de 65 años) pero está bien, sólo que la espera se le hizo muy pesada, de tal modo que cuando ya estábamos llegando a la entrada del banco, se sentó directamente en el suelo", recordó.
Durante la espera, y ante las colas que se habían formado en otras entidades bancarias, las autoridades anunciaron que los bancos también abrirían sábado y domingo, pero Cyinthia prefirió esperar.
"Yo decidí quedarme porque ya la había expuesto a mi mamá", explicó.
Viajes para cobrar
Indignado dijo sentirse Diego Méndez cuando se enteró de que su abuelo, de 70 años, se había trasladado en automóvil entre dos localidades de la provincia de Buenos Aires para cobrar su pensión en el banco que tenía asignado.
"Mi abuelo se desplazó de Merlo a Castelar para cobrar la jubilación en su banco, ya que la mayor parte de los establecimientos que quedan abiertos por su zona no tienen tarjeta de débito", señaló este joven, estudiante de comunicación en el partido bonaerense de la Matanza.
Cuando llegó a la sucursal, el abuelo de Diego, que además es hipertenso, se encontró con una fila de casi cuatro cuadras (unos 400 metros) para entrar al local, aunque todavía faltaban dos horas para su apertura.
El joven cuestionó al Gobierno de Alberto Fernández por considerar que pese a lo que decía en la campaña, "tenía que elegir entre los jubilados y bancos y eligió a los bancos".
En varias sucursales del interior del país las filas superaron las diez cuadras (más de un kilometro), lo que provocó que en algunas entidades se produjeran protestas ante la cantidad de personas que quedaron sin ser atendidas.
En muchos casos, los clientes se agolparon a las afueras de los bancos sin respetar la distancia mínima de seguridad para evitar el contagio del COVID-19.
En el país murieron hasta el momento 38 personas por el virus SARS-COV-2 desde que se detectara el primer fallecimiento el pasado 7 de marzo.
En total se confirmaron en el país sudamericano 1.265 casos de personas contagiadas con COVID-19.
La provincia de Buenos Aires es la segunda jurisdicción más afectada del país por detrás de la capital argentina, con 316 casos (36 nuevos).
El presidente Alberto Fernández anunció el 29 de marzo la extensión hasta el 12 de abril de la cuarentena por el COVID-19. Con esta decisión, el mandatario decidió alargar el confinamiento obligatorio vigente desde el pasado 20 de marzo.