Alaska tiene cerca de 640 km de cordillera, 12.000 ríos y más de tres millones de lagos, por lo que su geografía es lo suficientemente imponente como para perderse en medio de la nada o bien para crear una historia digna de la pluma de H.P. Lovecraft, como en Las montañas de la locura, en donde un grupo de científicos salen a explorar un área inexplorada de la Antártida, pero se van perdiendo en el camino en circunstancias misteriosas.
Pero aunque parezca fantasía o terror, es realidad. En Alaska, cada año desaparecen 3.000 personas sin dejar rastro alguno, según datos de The Atlantic. Desaparecen en su mayoría en la región del llamado triángulo de Alaska.
Desde 1988, han habido más de 16.000 desapariciones justo en el área que forma el misterioso triángulo, entre las regiones de Utkiagaviq —también conocido como Barrow—, Anchorage y Juneau —la capital de Alaska—.
Desapariciones sin resolver
En 1972, la zona del misterioso triángulo de Alaska despertó la curiosidad del mundo tras la desaparición en la ciudad de Anchorage de un avión Cessna en el que viajaban políticos estadounidenses. Las víctimas fueron Thomas Hale Boggs, líder de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, y Nick Begich, congresista por Alaska.
Tiempo después, Alaska sigue acumulando miles de casos de desapariciones sin resolver, como las historias que el periodista Alex Tizon, premio Pulitzer 1997, describe en su reportaje En la Tierra de personas perdidas publicado en The Atlantic en 2016 y que trata sobre dos jóvenes que desaparecieron de forma inexplicable.
El primero de ellos es Rick Hills, quien desapareció en febrero de 2004, a los 35 años, cuando se dirigía a recoger un cheque a Anchorage. El otro caso es el de Richard Bennet de 39 años, quien desapareció cerca de la misma ciudad en el año 2005; sin embargo, de Richard sí se encontraron, aparentemente, restos humanos.
No obstante, el misterio de las personas que se las traga la tierra y que ha dado fama a este sitio, conocido por los propios pobladores como "el medio de la nada", no se resuelve con las simples descripciones de una geografía difícil. Pues tampoco hay explicación a la desaparición de aeronaves.
De acuerdo con la revista Curiosity, dentro de estas misteriosas pérdidas se encuentran la de un avión militar con 44 pasajeros, en 1950, la del bimotor Cessna 340 con cinco pasajeros en 1990. Es decir, no hay nada que explique el fenómeno del triángulo escaleno —por la desigualdad de sus lados— que parece desvanecer a cualquiera que pise sus profundidades.
El mito de kushtaka o los glaciares engañosos
Tal como en Las montañas de la locura, en el que los expedicionarios desaparecen misteriosamente como si hubieran sido devorados por extrañas criaturas, en Alaska tienen una infinidad de leyendas sobre animales humanizados que acechan a los viajeros. Estos animales, según cuentan los nativos, hacen trizas a los humanos.
Aunque otra de las explicaciones dice que los glaciares son engañosos y aunque parecen sólidos, en realidad tienen profundas grietas donde cualquier avión o humano puede esfumarse. Por lo que, el gran secreto del triángulo de Alaska quizá consista en que todo queda enterrado en la naturaleza.