"En el día de ayer, 30 de marzo, el Gobierno Nacional solicitó el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud para que, por su conducto, se transmita a Venezuela la grave preocupación que genera el deterioro de la calidad del aire en la ciudad de Cúcuta y su potencial impacto sobre la salud pública y en especial, por la amenaza planteada por la pandemia del COVID-19", indicaron ambos organismos en un comunicado conjunto.
Asimismo, dijeron que se ha solicitado el apoyo del defensor del Pueblo de Colombia, Carlos Alfonso Negret, para que "transmita a su homólogo en Venezuela la preocupación de las autoridades sanitarias por los riesgos que la situación plantea a la salud pública en ambos lados de la frontera".
Desde el 27 de marzo, la Corporación Autónoma Regional de la Frontera Nororiental (Corponor), la Gobernación de Norte de Santander y la Alcaldía de Cúcuta han alertado "sobre una situación anómala" con la calidad del aire en la ciudad, presuntamente causada por quemas en la región venezolana de Ureña, fronteriza con Colombia.
"El informe técnico de dicha visita evidencia que se realizaron quemas en ese sitio, pero que para el momento ya estaban controladas", indicaron la Cancillería y el Ministerio de Ambiente, y advirtieron que, pese a ello, "se siguen presentando altos niveles de contaminación en la ciudad de Cúcuta".
Por el momento, funcionarios de Corponor realizan revisiones continuas de otras posibles fuentes de emisión de partículas contaminantes en territorio colombiano para descartar que estas sean las causantes del fenómeno que se presenta en la ciudad de Cúcuta, precisó el comunicado.