"Frente a las dudas y posibles inconsistencias he solicitado la remoción inmediata de los funcionarios que realizaron el proceso de contratación de insumos con el fin de enfrentar la emergencia sanitaria", dijo Paúl Granda, presidente del directorio de la entidad en un comunicado.
Entre otros productos se solicitaron 131.890 mascarillas N95 (cubren nariz y boca) a un valor de 12 dólares cada una, cuando antes de la emergencia en el mercado local costaban menos de tres dólares.
En redes sociales también se denunció que la empresa proveedora tiene un giro de negocio de alimentos y no de insumos médicos.
Ante las críticas recibidas el IESS tuvo que parar la contratación, mientras la Fiscalía de la Nación abrió una investigación por tentativa de estafa.
Granda que los funcionarios de esa entidad que hicieron los contratos serán separados de sus cargos.
El funcionario añadió que, de acuerdo con la Ley, el Consejo Directivo del IESS no es responsable de las contrataciones, pero sí de su control y fiscalización.
El IESS es un ente autónomo, encabezado por un directorio conformado por un representante del Presidente de la República, que ejerce el cargo de presidente, un delegado por la empresa privada y otro por los trabajadores.
El IESS, entre otras actividades propias de la seguridad social, brinda servicios de salud a través de sus unidades médicas propias, centros de salud públicos y privados, que mantienen convenios de prestación de servicios médicos.