"Así como en Bolivia nosotros protegemos, damos seguridad a chilenos, argentinos y brasileños, pedimos en reciprocidad que también precautelen la seguridad y la salud de nuestros compatriotas en Chile, Argentina y Brasil", dijo el director general de Migración, Marcel Rivas.
La autoridad hizo la declaración, divulgada por servicios oficiales de prensa, al visitar el pueblo de Pisiga, en la frontera altiplánica con Chile, donde unos 150 bolivianos veían frustrado su intento de reingresar a territorio boliviano a causa del cierre de los pasos fronterizos.
"A los otros países, así como hicimos ayer a nuestros pares de migración de Brasil, Chile y Argentina, transmitirles que es un imperativo, dentro de los canales de integración nuestro continente, respetar las garantías del derecho soberano de los pueblos", añadió.
"En definitiva se va a blindar el país cerrando las fronteras como corresponde, al 100%; vamos a cuidar la vida de la gran mayoría de todos los bolivianos, ese es el deber que tenemos nosotros, que en este momento nos encomienda la presidenta [Jeanine] Añez", dijo López.
Agregó, en referencia a pedidos de organismos de derechos humanos de que se facilite la repatriación de bolivianos durante la crisis del nuevo coronavirus, que Bolivia no estaba preparada para esa operación.
"No tenemos las condiciones para los que vienen del exterior mantenerlos en refugios de cuarentena, esa capacidad no la tiene el país. Tampoco es que confiamos en que aquellas personas que vengan del exterior hagan una cuarentena consciente en sus domicilios, por lo tanto se convierten en un peligro para la sociedad", justificó.
La Defensoría del Pueblo pidió que se habilite transporte dentro del país para retornos de ciudadanos a sus regiones.
El cierre total de fronteras no fue aplicado para unos 1.000 estadounidenses y europeos que estaban retenidos en Bolivia y retornaron el 27 y 28 de marzo a sus países en tres vuelos especiales autorizados por el Gobierno.