Los discapacitados de la residencia de ancianos Cavent en Strijen, Países Bajos, salieron a sus balcones para bailar con sus familiares y el personal que estaba en la calle.
"Es una especie de actividad de grupo pero con suficiente distancia social. Así que es 'a prueba de corona' pero sigue siendo una actividad de grupo, y es divertido, es al aire libre y en movimiento. Así que aporta mucha positividad", afirmó la gerente de la fundación de salud mental Cavent, Martine van Ijperen.
Los Países Bajos están endureciendo las medidas para combatir el coronavirus con el cierre de escuelas y universidades y la prohibición de reuniones de más de 100 personas. La gente también debe mantener una distancia de 1,5 metros. Hasta la fecha en los Países Bajos se han registrado 8.600 casos de coronavirus con más de 540 muertes.
