Los militares rusos y el personal de las instituciones italianas determinaron un conjunto de medidas preventivas de primera prioridad para reducir el riesgo de infección por el COVID-19 en las residencias de mayores.
Un grupo de especialistas militares rusos llegó a la ciudad de Bérgamo, en el norte de Italia, el pasado 25 de marzo. Allí se instalará un centro ruso-italiano para la lucha contra el COVID-19.
"Los militares rusos que llegaron a Bérgamo para brindar ayuda a los ciudadanos de la República Italiana, prepararon sus equipos técnicos y médicos y los medios de protección, y examinaron la zona donde van a trabajar", señala la nota del Ministerio de Defensa.
Se destaca que en el territorio de una base de la Fuerza Aérea italiana situada en las cercanías de Bérgamo, los militares rusos instalaron un laboratorio y varios puntos de desinfección de los equipos utilizados en los trabajos.
Los representantes rusos viajaron a Italia como resultado de las negociaciones del primer ministro de ese país, Giuseppe Conte, y el presidente ruso, Vladímir Putin.
La región de Lombardía, a la que pertenece Bérgamo, es la más afectada por el brote de coronavirus con más de 32.300 contagiados y más de 4.470 muertos por la enfermedad.
Desde el inicio de la pandemia, en Italia se registraron 80.589 casos positivos de coronavirus, incluidos 8.215 fallecidos y 10.361 recuperados, según datos de la Universidad estadounidense Johns Hopkins.
La situación dramática se agrava por los hospitales desbordados y la falta de equipamiento médico. Las autoridades construyen hospitales de campaña en zonas que acogen recintos feriales y en otros lugares.
