El 26 de marzo, la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, acusó a Maduro de formar parte de una mafia dedicada al narcotráfico, ofreciendo 15 millones de dólares como recompensa a quien dé información que facilite su captura, y otros 10 millones por otros altos dirigentes venezolanos mencionados en la acusación. El canciller venezolano, Jorge Arreaza, calificó las acusaciones de "una nueva modalidad de golpe de Estado".
"EEUU adoptó medidas de incremento de presión en el contexto de la crisis política en Venezuela, entendemos que esa decisión está en línea con su política", comentó la fuente de la institución europea.
Subrayó que Bruselas aboga por una solución política a la crisis en base al consenso interno.
"Una solución duradera puede lograrse solo por una decisión política y democrática aprobada por todas las partes venezolanas", recalcó.
Otro problema que, según Bruselas, agudiza la crisis política en Venezuela es la propagación del coronavirus.
"Venezuela se enfrenta a un gran desafío a la luz de la propagación del coronavirus, más que nunca su pueblo necesita que los políticos lleguen a un acuerdo para organizar los suministros de ayuda humanitaria internacional", dijo la fuente.
Venezuela atraviesa una crisis política que se agravó el 23 de enero de 2019, cuando el opositor Juan Guaidó se autoproclamó "presidente encargado" del país.
El presidente Nicolás Maduro tachó la declaración de Guaidó de intento de golpe de Estado y responsabilizó a Estados Unidos de haberlo orquestado.
