Después de seis horas de videoconferencia y de no llegar a un acuerdo, la cumbre presidencial de la UE se levantó con un anuncio: se darían dos semanas más para negociar posibles medidas que permitan enfrentar la crisis económica que deje el coronavirus, la peor pandemia que ha vivido Europa en el último siglo. Pero tiempo es lo último que pueden perder Italia y España, que acumulan a diario centenares de muertos y contagiados por el COVID-19.
España, Francia e Italia insisten en un plan económico concreto y conjunto, una especie de Plan Marshall, que permita reconstruir los países más golpeados. Alemania y Holanda se oponen y plantea una especie de sálvese quien pueda y como pueda.
Mientras se agudiza este debate interno, China, Cuba y Rusia están brindando ayuda, en el terreno, a Italia y España, territorios epicentros de la pandemia.
¿Qué está desvelando el coronavirus? ¿Cómo esta pandemia podría cambiar el escenario internacional? ¿Qué se está jugando la Unión Europea? y ¿Qué mundo se estaría dibujando? son interrogantes que muchos se hacen y que Sputnik analiza con el diputado del Parlamento Europeo, Manu Pineda, del Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea.
—¿Qué está haciendo la Unión Europea por los países más afectados por el coronavirus?
—La Unión Europea está tomando medidas muy tibias, por no decir que ninguna. Esa falta de solidaridad internacional, esa falta de respuestas coordinadas está generando una nueva crisis de legitimidad en la Unión Europea. En mi opinión, esta crisis sanitaria está demostrando que la Unión Europea, como tal, no existe. Es un conglomerado de gobiernos con intereses que ante una situación tan difícil como esta, sin precedentes, evidencia que no tiene capacidad para dar respuesta. Que se le estén planteando propuestas como los eurobonos o el Plan Marshall, y estén optando por decir que cada país resuelva sus problemas como pueda, es muy lamentable. No es la respuesta que deban dar. Sentimos mucho que sea así, sinceramente. Nos tememos que la Unión Europea no está a la altura de las circunstancias.
—Actualmente existen dos bloques dentro de la UE. Uno liderado por España, Francia e Italia, los países europeos más afectados por el coronavirus, que piden medidas contundentes y conjuntas para afrontar la crisis económica que dejaría la pandemia. Por otro lado están Alemania, Holanda y Austria que insisten en un "sálvese quien pueda". ¿Quién ganará? ¿por qué tantas diferencias en un momento tan difícil?
—Me temo que la Unión Europea como sujeto no existe. Los países que estamos siendo más golpeados en este momento somos los mismos que fuimos más golpeados por la crisis de 2008.
—En medio de esta crisis ¿hay riesgo de que empiecen a sobrevolar fondos buitre por los países más afectados?
—Ese era uno de los peligros graves. Pero parece que se puede disipar con la inyección del Banco Central Europeo de los 750.000 millones de euros y con esto, de algún modo, nos vacunamos contra los movimientos especulativos que podrían generar que las primas de riesgo se dispararan. Esta inyección del BCE, de algún modo, puede disipar temporalmente ese riesgo.
—Hay analistas que alertan que dentro de la UE no quieren medidas conjuntas de apoyo financiero a los países más afectados porque quisieran forzar a países como Italia, España y Francia a pedir un rescate condicionado ¿Eso es así?
—La medida que se nos está proponiendo es la del Mecanismo Europeo de Estabilidad. Pero ¿qué pasa con esto? Que esto es un estigma, que países como Italia, España tengamos que recurrir a estos fondos nos estigmatiza. Esto hace que pongamos a nuestros países en la lupa de los mercados, que nos convirtamos en unos parias, que nos convirtamos en lo que tristemente se tuvo que convertir Grecia en 2011 y 2012. Entonces, esa no puede ser la salida.
—El Gobierno español pidió ayuda a la OTAN con entrega de material sanitario. La OTAN aún no responde ¿Cómo se explica esta tardanza en responder?
—Me limitaré a decir que de la OTAN no espero nada. La OTAN es el mayor mecanismo de guerra, muerte y destrucción que hay en el mundo. Entonces ¿qué podemos esperar de la OTAN? Solidaridad no. Solo podemos esperar de ellos bombazos y guerra. Esto lo que está demostrando es quién está dispuesto a ayudar y quién no. El aliado principal de la Unión Europea, el padrino es EEUU. Pero, y ¿dónde está EEUU ahora? Ni está ni se le espera. Está encerrado en su propias fronteras, buscando enemigos por todos lados, poniendo más muros y con discursos racistas y belicistas. Incluso planteando ahora mismo que son más importantes los temas económicos y que si se tiene que morir la gente, pues que se muera.
—Mientras la UE discute cómo ayudar y la OTAN no responde, China, Rusia y Cuba, están ya en el terreno ayudando a Italia y España ¿cómo se entiende esto?
—Italia se cansó de esperar la ayuda de sus socios europeos y ha recurrido a China, Cuba, Venezuela y Rusia. Cuando están desesperados recurren a aquellos que tienen en el centro de su objetivo la solidaridad y la humanidad.
—Para ustedes ¿Qué estaría dejando en evidencia el coronavirus?
—Aquí se han puesto en evidencia muchos temas. En primer lugar la necesidad de apostar por lo público, por Estados fuertes, porque cuando lo dejamos en manos privadas ya vimos lo que pasa.
Lo digo porque en España tenemos la experiencia terrible de que un gobierno de derecha que privatizó casi todo, logró que la sanidad privada ahora sea casi más fuerte que la pública. Ahora vemos que clínicas privadas, en medio de estos momentos tan críticos, están pidiéndole a sus trabajadores que tomen vacaciones para ahorrarse sus salarios. Piden eso cuando tenemos los hospitales públicos colapsados y las UCI teniendo que elegir a quién atender en función de las posibilidades de vida que tengan porque no tenemos medios para atenderlos a todos. Y paralelo a esto, la sanidad privada cerrando sus centros y dándole vacaciones a sus trabajadores para ahorrarse los salarios.
—¿Cómo afectará el coronavirus al tablero geopolítico? ¿cómo se está dibujando el mundo para los próximos años?
—Todo el mundo coincide en que el mundo ya no será el mismo después de esto. Vamos a ver cómo y cuándo salimos de esto, pero la enseñanza nos dice que EEUU no puede ser el padrino, el gendarme del mundo. No. Tenemos que avanzar hacia un mundo multipolar que no esté dominado por el que tenga más soldados o aviones de guerra.