Antonio Guterres emitió la solicitud para un cese del fuego inmediato el pasado 23 de marzo, señalando que "la furia del virus ilustra la locura de la guerra''.
Tres días después, el secretario general de la ONU dijo en un informe humanitario que Palestina e Israel habían podido trabajar juntos para combatir al virus, aunque "conocemos la profunda división que existe políticamente entre ambas partes''.
Además, señaló con agrado que las guerrillas comunistas en Filipinas anunciaron un cese al fuego desde el jueves hasta el 15 de abril en respuesta a su petición. El llamado Nuevo Ejército Popular de Filipinas, suspendió temporalmente los ataques y cambió a una posición de defensa. Guterres alentó a las partes involucradas a encontrar una solución política duradera y poner fin al conflicto que ha sacudido al país durante más de medio siglo.
Guterres añadió que los enviados de la ONU en todo el mundo están hablando con las partes en conflicto sobre las treguas y expresó su deseo de "avanzar seriamente en Yemen y Siria'' para poner fin al conflicto y combatir el coronavirus.
"El secretario general también espera que esto sirva como ejemplo en todo el mundo para silenciar las armas y unirnos mientras enfrentamos la amenaza mundial del COVID-19'', señaló su portavoz Stéphane Dujarric.
El conflicto sirio ha cumplido 10 años, mientras que el de Yemen lleva cinco y los Gobiernos rivales de Libia han peleado durante casi uno. África también enfrenta agitación desde Somalia hasta Sudán del Sur y el Congo. El conflicto en Ucrania oriental lleva casi seis años y Colombia todavía no ha hecho las paces con los pequeños grupos armados.
