Pompeo, según el medio, prevé reunirse con el presidente afgano, Ashraf Ghani, reelegido para su segundo mandato, así como con el exjefe del Ejecutivo, Abdullah Abdullah, que no reconoce los resultados de las elecciones presidenciales de septiembre pasado, para resolver el conflicto entre ambas partes.
Las perspectivas de la paz en Afganistán
El presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, y el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, se reunieron en Kabul para debatir la situación en materia de seguridad y el desarrollo del proceso de paz en el país, comunicaron las autoridades afganas.
"El presidente de la República Islámica de Afganistán, Mohamad Ashraf Ghani, se reunió hoy con el secretario de Estado de EEUU, Miki Pompeo (...), estuvieron presentes también el presidente adjunto, Amrullah Saleh, y el asesor para la seguridad nacional, Hamidullah Mohib. Las partes debatieron la situación política y en materia de seguridad que se vive en Afganistán y también el desarrollo del proceso de paz", comunicó el palacio presidencial afgano.
Una fuente de la Administración de Ghani informó antes a Sputnik que el secretario de Estado estadounidense tiene planeado, en particular, convencer al presidente afgano de moderar su posición hacia los talibanes.
Según el canal de televisión 1 TVNews, Pompeo debatió tal agenda también con el exjefe del Ejecutivo, Abdullah Abdullah, que no reconoce los resultados de las elecciones presidenciales de septiembre pasado, ganadas por Ghani.
A finales de febrero pasado, representantes de EEUU y del movimiento Talibán firmaron en Doha un acuerdo que prevé un recorte del contingente militar estadounidense en Afganistán hasta 8.600 efectivos en 135 días y la retirada total de las fuerzas de EEUU y de la OTAN en un plazo de 14 meses, siempre y cuando los talibanes se abstengan de la violencia.
El portavoz de las fuerzas estadounidenses en Afganistán confirmó el 9 de marzo el comienzo de la reducción del contingente militar.
El acuerdo, que pondría fin a 19 años de conflicto armado entre EEUU y la principal facción insurgente, también estipula la liberación de hasta 5.000 prisioneros talibanes y hasta 1.000 prisioneros de bando gubernamental para allanar el camino al diálogo interafgano.
El portavoz de la presidencia afgana, Sediq Sediqqi, precisó que los talibanes puestos en libertad deberán comprometerse por escrito a no regresar al campo de batalla y que irán saliendo en grupos de 100 durante un período de 15 días.
Los restantes 3.500 prisioneros, según él, serán liberados en grupos de 500 cada dos semanas, después de que hayan comenzado las conversaciones directas con los talibanes y siempre y cuando los insurgentes se comprometan a reducir la violencia.