"Las tripulaciones que se preparan a efectuar vuelos orbitales desde Baikonur [cosmódromo en Kazajistán] siempre se someten a la observación médica, es una medida que ha pasado la prueba del tiempo y garantiza la seguridad de las misiones que se cumplen en la Estación Espacial Internacional [EEI]. Se sobreentiende que el régimen de observación no será suficiente para los que regresen de la Luna, tendrán que guardar una cuarentena rigurosa", dijo a Sputnik.
Los astronautas estadounidenses que efectuaron el vuelo a la Luna al regresar tuvieron que guardar una cuarentena de 18 días, además de estar aislados durante los tres que duró su regreso a la Tierra.
Rusia elabora actualmente programas de estudio y potenciación de la Luna, que incluyen vuelos pilotados, antes trascendió que los primeros cosmonautas rusos podrían efectuar el alunizaje en 2030.
Uso de mascarillas en la EEI
Además, Ilyín sostuvo que los astronautas con catarro podrían ser obligados a llevar mascarillas en la EEI.
"En medio de la pandemia de coronavirus nuestra división que se ocupa del desarrollo de artículos de higiene personal debe pensar en la posibilidad de que en el futuro se usen medios que reduzcan la emisión de microorganismos en la EEI, en concreto mascarillas (...) para el astronauta resfriado que tose y estornuda", dijo Ilín a Sputnik.
Ilín advirtió que una infección es más contagiosa en el espacio que en la Tierra debido al reducido volumen de la estación y a la ingravidez que hace que el aerosol con el virus quede suspendido en el aire.
Está previsto que la nave Soyuz MS-16 con los rusos Anatoli Ivanishin e Iván Wagner y el estadounidense Christopher Cassidy despegue el 9 de abril desde el cosmódromo de Baikonur rumbo a la EEI.
Actualmente permanecen en la estación espacial el ruso Oleg Skrípochka y los estadounidenses Andrew Morgan y Jessica Meir. Los tres tripulantes planean volver a la Tierra el próximo 17 de abril.
Microbios peligrosos en la EEI
Asimismo, Ilyín declaró que los investigadores examinarán las escafandras de los cosmonautas para determinar si pueden introducir microorganismos desde la superficie exterior de la EEI.
"Vamos a realizar en la EEI el experimento Lovushka ['trampa'] para saber qué partículas y microorganismos 'se pegan' a la superficie de la estación orbital, y también realizaremos el experimento Episcaf para comprobar si esos microorganismos pueden introducirse con las escafandras de los cosmonautas que trabajaron afuera de la estación", dijo el estudioso.
Explicó que en la superficie exterior de la EEI se descubrieron diversos microorganismos procedentes probablemente de la atmósfera de la Tierra.
Una de las principales actividades del Instituto de Problemas Médico-Biológicos son las investigaciones en la biología, fisiología y medicina espaciales.