El auto deportivo hacía círculos, ochos y espirales en un campo, cuando se produjo el inesperado incidente.
El vehículo se empotró contra una valla por la parte delantera y el conductor decidió improvisar, apretando el acelerador. Las ruedas chirriaron estrepitosamente, girando sobre sí mismas y generando nubes de humo.
Unos segundos después, estallaron los neumáticos del auto.
Sin embargo, una vez se prendió fuego, el conductor frenó el auto y la llama se apagó, por lo que el deportivo no resultó gravemente dañado.
Los empleados con extintores de fuego rodearon inmediatamente el vehículo, extinguiendo los restos del incendio.
El hecho tuvo lugar durante el show The Hoonigan Burnyard Bash 2020.