"Desde el consulado no nos han dado soluciones, nos sentimos dejados de lado por el Gobierno de Chile", afirmó Castillo.
Una serie de eventos desafortunados han debido sortear Castillo y su madre desde que decidieron viajar a la ciudad de Tumbes en Perú, como parte de un paseo turístico por Sudamérica.
Esta medida significó, entre otra cosas, que el transporte al interior del Perú se redujo considerablemente, por lo que el joven chileno y su madre no pudieron encontrar ni autobuses ni aviones para llegar a Lima, y perdieron su vuelo de vuelta a Santiago.
"Estuvimos dos días en la carretera haciendo dedo (autoestop) y como nadie nos llevó, caminamos a una localidad de zorritos (norte) donde conocimos a una niña que su padre era comandante de la policía, y él consiguió que un camión nos llevara a la ciudad de Trujillo (norte)", explicó.
Pero la travesía continuó con dificultades, prosiguió, y "el camionero mintió solo para quedar bien con la policía y nos llevó sólo hasta Chiclayo, dejándonos a tres horas de distancia de Trujillo".
"En Chiclayo conseguimos que alguien nos llevara en auto, pero tuvimos que pagar una coima a la policía para que nos dejaran pasar, ya que estaban prohibidos los viajes entre ciudades, hasta que llegamos a Trujillo, donde llevamos cuatro días varados", contó.
Ayuda o negocio
Desde el inicio de su travesía, Castillo y su madre han estado en comunicación con el consulado y de Chile en Perú y con la cancillería chilena, pero sin obtener respuestas satisfactorias a su situación.
"Primero nos dijeron que nos iban a sacar en un vuelo desde Trujillo, pero esos vuelos se cancelaron, y ahora nos dicen que tenemos que ir a Lima, pero no tenemos como llegar allá", afirmó.
A su vez, criticó que "sólo están repatriando a las personas que tenían vuelos comprados con esas compañía, y están dejando botadas a las personas que no tenían pasajes comprados o que pretendían volver por tierra; la ayuda humanitaria se transformó finalmente en algo comercial, en un negocio".
Recursos y alimentos
"A nosotros aún nos quedan recursos para sobrevivir acá, pero hay otros chilenos que no tienen dinero para buscar alojamiento y desde el Consulado les han dicho que no los pueden ayudar", dijo Castillo.
Asimismo, agregó: "El tema emocional también es complicado, nos sentimos atrapados, aislados, es muy angustiarte, nos ha costado mucho encontrar restaurantes y hostales que no estén cerrados".
"Nos quedan pocos soles y las casas de cambio están todas cerradas, por lo que no hemos podido cambiar nuestros pesos chilenos", lamentó.
A finales de 2019, China informó de un brote de neumonía en la ciudad de Wuhan, capital de la provincia de Hubei (sudeste), causado por una nueva cepa de coronavirus llamada SARS-CoV-2.
A lo largo del mundo se han registrado 234.073 casos de infección, según el último informe de la Organización Mundial de la Salud.
En total, 9.840 personas fallecieron producto de la enfermedad.