La suspensión estará vigente "mientras dure la emergencia indicada por el Gobierno federal, y alertas internacionales", dijo la CEM en un comunicado.
Además de las misas, los prelados acordaron suspender los encuentros para grupos numerosos, retiros, asambleas, congresos, jornadas y catequesis.
También recomienda que los sacerdotes no dejen de celebrar la misa de una manera privada.
Los obispos no precisan el periodo para las medidas, sin embargo las autoridades mexicanas estiman que serán 12 semanas de emergencia desde el primer contagio reportado el 27 de febrero.
Al mismo tiempo, a partir del 23 de marzo, han adelantado en todas las escuelas las vacaciones de Semana Santa, previstas del 5 al 11 de abril, entre otras medidas de control de actos con más de 5.000 personas.
Durante los próximos días, con las medidas sanitarias, los templos parroquiales que cuentan con laicos "que puedan controlar la correcta disposición de fieles", pueden permanecer abiertos para la oración personal.
La CEM, integrada por seis obispos, llamó a los católicos que son más del 80% en este país, a asumir estas medidas de emergencia nacional "con serenidad, sabiduría y responsabilidad".
En México han sido confirmados 82 casos; la cantidad de personas sospechosas de haber sido contagiadas por la enfermedad COVID-19 es de 171 y otros 579 han sido descartado tras análisis de laboratorio.
La enfermedad surgió a fines de 2019 en el sureste de China y en semanas se propagó a más de 150 países, con más de 6.000 fallecidos.
