"La Comisión Europea sostiene que el COVID-19 ya está presente en todos los Estados miembros, por lo tanto, cerrar las fronteras no es el mejor modo para garantizar una ulterior contención de la epidemia", declaró Mamer en la rueda de prensa cotidiana en Bruselas.
Según las instrucciones emitidas por la Comisión, en las fronteras externas de la Unión han de aplicarse medidas de inspección: "Todas las personas, todos los ciudadanos de la UE y no de la UE, que quieran entrar en la zona Schengen, deben someterse a controles sistemáticos" en los puntos de entrada.
Cada Estado miembro puede reintroducir el control en las fronteras internas "en situaciones extremadamente críticas".
Al mismo tiempo, "se debe garantizar la libertad de movimiento a los ciudadanos de la UE" y no debe haber discriminación entre los ciudadanos de los países miembros, mientras los controles "no deben socavar la continuidad de la actividad económica".