"Y en el futuro habrá más", afirmó Burmístrov.
En la red circula estos días un vídeo en el que rescatistas están socorriendo a un mapache encaramado a un árbol alto en Moscú.
"Trepan a los árboles por curiosidad, se sienten más cómodos ahí, Habría escapado por una ventana o huyendo de un perro", comentó el experto.
"Ya en 2016 advertí que nos esperaba una invasión de mapaches. Se habían hecho populares, estaban en cualquier zoológico de contacto y la gente empezó a comprarlos cada vez más para tenerlos en casa. Son atractivos pero no es más que el físico. Es un animalillo bastante agresivo, que no obedece ni se deja amaestrar fácilmente", dijo Burmístrov.
El ecologista recomendó no dejarse engañar por las apariencias, no acercarse ni provocar a un mapache, y en general comportarse como si se tratara de un perro salvaje.
"Incluso si le tiendes algo para comer, puede exigir más, intentar meterse en el bolsillo, y morder si uno trata de ahuyentarle. No olvidemos que pueden tener rabia", advirtió.
Al mismo tiempo, Burmístrov reconoció que se puede tener a un mapache como mascota, "con responsabilidad y estipulando sanciones por abandono".
