"Se intensifican los intentos de politizar la historia y falsificar los hechos, de someter a una revisión cardinal tanto las causas como los resultados —reconocidos jurídica e internacionalmente— de la última conflagración mundial, de denigrar a los libertadores y justificar a los nazis y sus cómplices", dijo en una reunión del Patronato de la Fundación de Diplomacia Pública Gorchakov.
Agregó que no puede menos que preocupar el aumento de tendencias peligrosas en varios países de Europa, como la propagación de ánimos francamente neonazis.
"En relación con eso creo que debemos dedicar una especial atención a la tarea de defender la verdad histórica y de no permitir la revisión de los resultados de la victoria, así como al fortalecimiento de la seguridad y la estabilidad regional y global, cuya piedra angular es la Carta de las Naciones Unidas", agregó.
También señaló que en la situación actual, en la que están congelados muchos canales oficiales de contactos, adquiere siempre mayor importancia el diálogo entre sociedades civiles.
El príncipe Alexandr Gorchakov (1798-1883) encabezó la diplomacia rusa tras la derrota que Rusia sufrió en la Guerra de Crimea y la firma del Acuerdo de Paz en París en 1856, fue una época en que el país ruso se negó a participar en muchos asuntos europeos y amplió sus actividades en América y Asia.
"Rusia no está enojada, Rusia se reconcentra", había dicho Gorchakov al comentarlo, y en 1871 logró que se abolieran las cláusulas restrictivas del Acuerdo de Paz de París y que en 1877 los Estados de Europa guardaran la neutralidad ante la guerra ruso-turca.