"Aquí en el país hay una mercantilización del embarazo, las consultas, los exámenes y costos de medicinas y el costo de un parto en un centro privado no se equiparan al poder adquisitivo del venezolano común", dijo Euyelith Aponte, residente de la ciudad de Caracas a Sputnik.
Aponte dio a luz a una bebé hace cuatro meses en la Maternidad Santa Ana, ubicada en San Bernadino, un hospital público que depende del Seguro Social, y contó que al momento de traer a su hijo al mundo el centro "ni siquiera tenía agua".
La mujer confesó que hubiese querido traer al mundo a su hijo en un centro de salud privado, porque las condiciones eran mejores y podía contar con acompañamiento, pero para su bolsillo era un sueño imposible de cumplir.
En los últimos meses, el presidente Nicolás Maduro ha ordenado en varias ocasiones masificar un plan de parto humanizado como opción para proteger a la mujer durante su gestación y durante el proceso de parto.
Sin embargo, la mayoría de las madres consultadas por Sputnik consideraron que sienten sus derechos vulnerados, no solo por la situación de los hospitales y el trato que han recibido en ellos, sino también por el alto costo que deben pagar si eligen parir en un centro privado.
Osuna, quien está en su semana 26 de embarazo, relató que inició su control prenatal en la Maternidad Concepción Palacios, pero consideró que las condiciones de ese centro de salud público podían poner en riesgo la vida de su hijo, por lo que buscó opciones privadas de bajo costo.
Esto ocurre en un país en el que el salario mínimo no supera los 5 dólares, y aunque la mayoría de las consultadas por esta agencia señalaron que perciben ingresos superiores a esa cantidad, ninguna sobrepasa los 200 dólares, por lo que aseguraron que costear un embarazo en condiciones medianamente óptimas se ha convertido en una tarea titánica.
"Cuando parí a mi hijo sufrí mucho, porque sentía de parte de las enfermeras un maltrato, porque decían no quería tener un muchacho, bueno puje, y comentarios siempre eran duros, en un momento difícil como ese, en el que además el médico no tiene paciencia, a los familiares no les dejan entrar y uno está muerta de miedo, yo sería muy feliz si realmente forman a los médicos y a todo el personal para que atiendan partos con amor", dijo a esta agencia una joven de 18 años, que prefirió no decir su nombre.
Desde 2018, Venezuela cuenta con una Ley de Promoción y Protección del Parto y Nacimiento Humanizado aprobada por la Asamblea Nacional Constituyente (ANC).
La ministra de la Mujer, Asia Villegas, ha destacado la formación de 4.700 promotoras en las comunidades del parto respetuoso y recientemente anunciaron la elaboración de un plan para masificar sus esfuerzos.
A principios de este 2020, el presidente venezolano afirmó en su Informe de Memoria y Cuenta 2019 que, a pesar de la situación económica que atraviesa su país, el sistema de salud público atendió ese año a 373.000 partos y cesáreas.