"Casi dos años después de que Nicaragua entrara en una grave crisis política y social, más de 100.000 personas huyeron de la persecución y las violaciones de derechos humanos en el país pidiendo el asilo en el extranjero", dijo Mantoo.
El ACNUR estima en unas 4.000 personas el flujo migratorio mensual desde Nicaragua y advierte que el número puede crecer si el país no resuelve su crisis interna.
La agencia de la ONU indicó que Costa Rica acoge el mayor número de refugiados nicaragüenses, 77.000.
Más de 8.000 personas huyeron a Panamá; 9.000, a Europa; unas 3.600, a México, y 5.100, a otros países, según el ACNUR.
Nicaragua vive una crisis política desde mediados de abril de 2018, cuando una reforma al sistema del Seguro Social desató violentas protestas contra la administración del presidente Daniel Ortega, acompañadas por actos que el Gobierno tildó de "terroristas".
Desde abril de 2018 hasta noviembre de 2019 la Comisión de Alto Nivel de la Organización de los Estados Americanos sobre Nicaragua denunció en su informe el asesinato de 325 personas, la mayoría de las cuales "perecieron a manos de policías, paramilitares y francotiradores" del Gobierno.
Además, la Comisión recibió "numerosos informes de tratos inhumanos, ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias y abusos a prisioneros".
El pasado 27 de febrero la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, denunció las sistemáticas violaciones del derecho a manifestaciones pacíficas.
Según Bachelet, decenas de personas permanecen detenidas en relación a las protestas de 2018.
