"No tenemos ningún rechazo a que la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos haga presencia en nuestro país. Hicimos comentarios puntuales sobre aspectos del reporte, en los cuales elevamos algunas voces de protesta, pero creo que siempre hay un sentido proactivo de analizar esos comentarios", dijo Duque en Nueva York, al término de una reunión con el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), António Guterres.
El informe, presentado el 26 de febrero por Alberto Brunori, representante en Colombia de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos (Michelle Bachelet), señaló que en 2019 se registraron en el país 36 masacres que dejaron 133 personas fallecidas, la cifra más alta desde 2014.
En otro apartado, la ACNUDH instó al Estado a iniciar una "profunda transformación del Esmad (Escuadrón Móvil Antidisturbios, de la Policía)", lo que debería incluir una revisión de sus protocolos sobre el uso de la fuerza y de las armas y municiones menos letales.
Un día después Colombia presentó en Ginebra (Suiza) sus comentarios frente al informe, y señaló que el mismo genera "preocupación" porque no es un reporte "integral" ni actualizado, mientras que el propio Duque calificó de "intromisión en la soberanía" la sugerencia de que la Policía debe pasar del Ministerio de Defensa al del Interior.
Por su parte, ONU Colombia indicó que Duque y Guterres también "discutieron la importancia de la implementación integral del Acuerdo de Paz de 2016 y de acciones eficaces para mejorar la seguridad de comunidades, defensores y defensoras de derechos humanos y excombatientes".
Asimismo, indicó que el secretario general del organismo "acogió con beneplácito el apoyo de Colombia a las reformas de la ONU y, en ese contexto, la conclusión exitosa de las negociaciones con Colombia para el nuevo Marco de Cooperación para el Desarrollo Sostenible con la ONU", a través del cual la organización continuará el apoyo de la implementación de la paz en el país.