La Cúpula de Hierro fue fabricada por la empresa israelí Rafael, especializada en la producción de tecnología de defensa. La compañía israelí lleva realizando una campaña de marketing para lograr vender el sistema desde hace más de una década, pero todavía no ha conseguido encontrar a posibles clientes.
Desafortunadamente en el Ejército de EEUU pusieron en tela de juicio la habilidad de la Cúpula de Hierro de interceptar misiles de crucero. Este requisito es crítico para Washington, dado que con la ayuda del arma israelí el Pentágono planeaba tapar los agujeros de su defensa antimisiles.
Por si fuera poco, los militares estadounidenses identificaron varios problemas más, entre ellos, ciertas vulnerabilidades cibernéticas y deficiencias operacionales en el sistema israelí, aseveró Mike Murray, general y jefe del Comando de Futuro del Ejército de EEUU.
"Nosotros creemos que no podemos integrarlos en nuestro sistema de defensa aéreo basándonos en varios desafíos de interoperabilidad, cibernéticos y otros tipos de retos", destacó.
Israel rechazó proveer los códigos fuentes de su arma al Ejército de EEUU. La falta de cooperación reduce la habilidad del Pentágono de integrarlo en su red de sistemas de defensa aérea ya existente, consideran en Washington.
La Cúpula de Hierro está integrada desde hace años en la defensa aérea de Israel, que incluía masivamente misiles estadounidenses tierra-aire como los MIM-23 Hawk y los MIM-104 Patriot, lo cual pone en duda si realmente el arma israelí no puede integrarse en la defensa aérea de EEUU, concluye el medio.