Rochlin dijo a Sputnik que, de momento, las autoridades y el mercado financiero "están adoptando medidas que tienen un impacto directo en la producción, pero en realidad, si se compara con otros virus, Brasil está más sujeto a otras cosas (…) el miedo que se ha generado es tan grande que las actitudes pueden acabar corroborando el peor escenario".
A finales de 2019, China informó de un brote de neumonía en la ciudad de Wuhan (sureste), causado por una nueva cepa de coronavirus que fue denominada SARS-CoV-2, en tanto la enfermedad que provoca fue llamada COVID-19.
Solo en China hay 80.151 casos confirmados de COVID-19 y 2.943 muertes, informó el martes la Comisión Nacional de Salud de ese país.
Mientras que fuera de China hay 10.566 casos confirmados, 166 muertes en 72 países, según el último informe de la Organización Mundial de la Salud, publicado el martes.
El efecto en la industria brasileña, muy dependiente de proveedores chinos, es el más temido, junto con el que pueda darse en la exportación de commodities (sobre todo hierro y soja) a China, ya que el país está bajando la demanda y los precios están cayendo.
La empresa semiestatal brasileña Petrobras adelantó a finales de febrero que el resultado financiero de la compañía en el primer trimestre del año reflejaría el impacto de la crisis del coronavirus, sobre todo por la caída del precio internacional del petróleo.
Para Rochlin no hay que ser alarmistas porque para Brasil el comercio internacional apenas representa entre un 10 y un 12% del total de su Producto Interno Bruto (PIB).
"Podemos esperar una proyección (de crecimiento) un poco menor, pero quizá el mercado interno brasileño pueda compensarlo, podría reaccionar gracias al crédito, porque los intereses están bajos", recordó.
Las previsiones oficiales del Gobierno para 2020 hablaban de un crecimiento del PIB del 2,4%, aunque según el economista el efecto del coronavirus podría hacer que se pierdan esas cuatro décimas.
"Aún es pronto para hacer previsiones, tanto catastróficas como optimistas, pero es verdad que hay un riesgo de que se consolide un escenario de parálisis si no se toman decisiones", comentó el especialista.
De momento, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos redujo la previsión de crecimiento de la economía mundial para 2020, pasando del 2,9% al 2,4%, citando el coronavirus y la caída de la producción en China, segunda potencia mundial.