En septiembre de 2019, el Parlamento Europeo adoptó una resolución que afirma que la Segunda Guerra Mundial estalló a causa del Pacto Ribbentrop-Mólotov (agosto de 1939) entre la Alemania nazi y la URSS. Más tarde, el Sejm (la Cámara Baja del Parlamento polaco) adoptó una resolución que asegura que Alemania y la URSS son igualmente culpables de desencadenar la Segunda Guerra Mundial.
Asimismo, el político cuestionó "la relativización de la historia y la comparación de lo incomparable" por parte de Europa, en particular sobre la ocupación alemana con 350.000 víctimas de ciudadanos checoslovacos frente a la invasión de 1968.
"Por lo general, revisar los resultados de la Segunda Guerra Mundial significa cuestionar las fronteras de Europa", señaló.
Los acuerdos con la Alemania nazi
En diciembre del año pasado, en una reunión de presidentes de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), el presidente ruso, Vladímir Putin, presentó una serie de documentos sobre los tratados de varios países con Alemania antes de la Segunda Guerra Mundial. Señaló que la Unión Soviética fue el último país en celebrar un acuerdo con los nazis.
Presentó el pacto de no agresión germano-polaco de 1934, el acuerdo naval anglo-germano de 1935, la declaración anglo-germana firmada el 30 de septiembre de 1938 entre Chamberlain y Hitler, la declaración franco-germana de 1938 y el ultimátum alemán a Lituania de 1939.
"De esta manera, el acuerdo entre la URSS y Alemania fue el último entre los tratados firmados por otros países europeos, presuntamente interesados en el mantenimiento de la paz en Europa", declaró el presidente ruso.
Putin subrayó que el punto de inflexión en la historia antes de la Segunda Guerra Mundial no fue el Pacto Ribbentrop-Mólotov, sino los acuerdos de Múnich sobre la división de Checoslovaquia.
El exembajador Jaroslav Basta expresó su coincidencia con la opinión de Putin.