"En cuanto a Siria, el proceso de Astaná es muy exitoso y debemos seguir comprometidos y continuar la cooperación", dijo el alto diplomático iraní en una reunión con el presidente del Comité de Asuntos Internacionales del Senado ruso, Konstantín Kosachov.
Jalalí llamó a Rusia, Turquía e Irán a estar vigilantes frente a los detractores del proceso de paz.
El embajador informó también que el presidente iraní, Hasán Rohaní, invitó a su homólogo ruso, Vladímir Putin, a la próxima cumbre sobre Siria que debe tener lugar en Teherán. En el evento se espera también la presencia del mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan.
El proceso de paz de Astaná que se inició en enero de 2017 contribuyó a la reducción de la violencia en Siria, azotada por un conflicto desde 2011 en el que las fuerzas gubernamentales se enfrentaban a facciones armadas de la oposición y grupos terroristas, entre ellos ISIS (autodenominado Estado Islámico) y el Frente al Nusra, ambos prohibidos en Rusia y otros países.
Las consultas de Astaná, bajo la mediación de Rusia, Irán y Turquía, buscan encontrar una solución política al conflicto sirio.
En particular, las conversaciones dieron como resultado un acuerdo histórico de alto el fuego con la oposición y el establecimiento de cuatro zonas de distensión.
Desde el lanzamiento del proceso de Astaná, casi todos los terroristas han sido expulsados de Siria; esto ha alentado el comienzo de un proceso de solución política, el regreso de los refugiados y los esfuerzos de reconstrucción.