El titular del Interior del Gobierno de Acuerdo Nacional, Fathi Bashagha, dio a entender en febrero, en una entrevista con Bloomberg, que Trípoli no se opondría a la instalación de una base estadounidense en Libia para combatir el terrorismo y el crimen organizado, así como para "mantener a distancia a los países extranjeros que intervienen" en el conflicto.
"El país no puede acoger tropas ni bases extranjeras, a menos que lo autoricen o lo rechacen los órganos de poder competentes, de conformidad con la Constitución de Libia y las leyes en vigor... Semejantes acuerdos requieren de la aprobación del órgano legislativo", subrayó Saleh.
Libia continúa sumida en una crisis desde que la caída del que fuera su líder durante décadas, Muamar Gadafi, en 2011, derivó en violentos enfrentamientos entre facciones rivales.
Una conferencia internacional sobre Libia que tuvo lugar en la capital alemana en enero pasado instó a redoblar los esfuerzos para lograr un armisticio sostenible en Libia, pero los bandos en conflicto, apoyados cada cual por actores externos, siguen violando la tregua declarada el 12 de enero por iniciativa de Rusia y Turquía.