La Fiscalía "confirmó los hechos que presenté durante el testimonio del 2 de mayo, de que recibí golpes con una porra, pero no consiguió encontrar a la persona que los realizó", dijo Ivanova a Sputnik, citando una carta que recibió desde la Fiscalía.
El texto explica que una mochila impidió que fuera identificado el policía porque cubría su rango y la unidad a la que pertenecía.
La periodista agregó que los investigadores citaron a los jefes de tres unidades policiales que operaban en el lugar, pero ninguno de ellos pudo reconocer a su empleado.
La comunicadora, que ingresó en un hospital con conmoción cerebral y magulladuras en el brazo, denunció lo ocurrido ante la Inspección General de la Policía Nacional de Francia.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia calificó de inadmisible la violencia contra los periodistas en el ejercicio de sus funciones profesionales y pidió a las autoridades francesas que llevaran a cabo una investigación exhaustiva.
A principios de noviembre, el representante de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) para la libertad de prensa, Harlem Désir, comunicó que la organización había empezado a examinar el uso excesivo de la fuerza por parte de los agentes del orden contra Ivanova.
