"Ambas delegaciones coinciden en que la mesa de gobiernos es un instrumento para vehicular una solución y, por ello, se han emplazado a continuar trabajando para impulsar el diálogo, la negociación y el acuerdo", informaron los gobiernos en un comunicado conjunto.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el presidente autonómico de Cataluña, Quim Torra, fueron los encargados de encabezar una reunión que comenzó poco antes de las 17:00 (hora local) y se prolongó durante tres horas.
En la primera sesión de la negociación, las dos partes consiguieron "sentar las bases" del diálogo, en forma de un calendario, tras constatar "la naturaleza política del conflicto" y que "este requiere una solución política".
Así, los dos gobiernos acordaron reunirse cada mes en encuentros alternativos en Madrid y Barcelona -el primero transcurrió en la sede del Gobierno español- donde participarán los grupos de trabajo de ambas partes.
Los presidentes y vicepresidentes no participarán en todas las reuniones, solo aquellas en las que sea necesario ratificar acuerdos políticos, aunque las dos delegaciones podrán alterar su composición.
Fue una reunión valorada "positivamente" por las dos delegaciones, pese a las discrepancias con las que llegaban a la mesa.
A la reunión asistieron los miembros de las respectivas delegaciones. Junto a Sánchez, forman parte de la delegación española la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, y la ministra de Hacienda, el ministro de Transportes, de Sanidad, de la Política Territorial, y de Universidades.
Por la parte catalana, acompañaron a Torra el vicepresidente, Pere Aragonés, los consellers Jordi Puigneró y Alfred Bosch, los diputados Elsa Artadi, Marta Vilalta y Josep Maria Jové —investigado por su papel en la preparación del referéndum del 1-O—, y el exjefe de gabinete de Puigdemont y Torra, Josep Rius.
Quim Torra reitera sus diferencias con el Gobierno español pero celebra el diálogo
"Hemos tenido un debate honesto y franco donde hemos podido exponer nuestras respectivas posiciones. Ha sido un debate abierto y con libertad de planeamientos, que ha servido también para poner de manifiesto las discrepancias y la distancia existente entre las dos partes", declaró el líder independentista en rueda de prensa al concluir la primera sesión de negociaciones con el Gobierno español.
Sin embargo, lamentó que el Gobierno español no ofreció una respuesta a las propuestas efectuadas por la delegación catalana: el reconocimiento del derecho de la autodeterminación –que pasa por la organización de un referéndum de independencia– y la amnistía de los políticos y activistas encausados por hechos relacionados con el proceso soberanista.
"No hemos obtenido una respuesta por parte del Gobierno a esta posición, y por lo tanto seguimos sin conocer cual es la respuesta del Gobierno de España al conflicto catalán", afirmó el presidente catalán.
El líder independentista explicó que el Ejecutivo de Sánchez tampoco se pronunció sobre la posibilidad de incluir un mediador internacional al debate.
El presidente de la Generalitat explicó que el próximo encuentro entre los equipos negociadores tendrá lugar en Barcelona a lo largo del mes de marzo.
Ni Torra ni Sánchez, así como sus respectivos vicepresidentes, participarán en las próximas sesiones de la mesa, a no ser que se requiera su presencia para ratificar acuerdos.
"No nos levantaremos de la mesa. Creemos en el diálogo, en que este es franco y en que esta es solo la primera mesa", aseguró Torra.
No obstante, el presidente catalán insistió que su equipo espera que los próximos encuentros ahonden en la búsqueda de soluciones al conflicto.
El Gobierno español emplaza a Cataluña a un diálogo que augura largo
"Somos conscientes de las diferencias que nos separan, pero es una negociación compleja y no esperamos frutos en el corto plazo", aseguró la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, tras calificar de "satisfactorio" el primer encuentro de la mesa de diálogo bilateral.
Montero explicó que esta cita fue el comienzo de "la interlocución para el reencuentro" y que es importante que, a partir de ahora, la mesa trabaje para encontrar soluciones "reales" al conflicto territorial que ocupa a ambas partes.
Ambos gobiernos expresaron "de forma clara" su "voluntad de entendimiento" para "seguir avanzando en una cuestión que permitirá mejorar la realidad en Cataluña" y "superar mucho tiempo de sufrimiento", dijo Montero.
Aunque desde el Gobierno español apuntaron a que las "diferencias que separan" a las administraciones "son muchas", insistieron en que "la perseverancia" del diálogo servirá para avanzar hacia futuros acuerdos.
"La opción de no hacer nada, de mirar a otro lado, ya se probó y se demostró que no sirvió para nada y fue contraproducente, porque radicalizó las posiciones y enquistó el problema" recordó la portavoz española.
Desde el Gobierno se comprometieron a seguir por la senda del diálogo y a centrar los futuros encuentros en la búsqueda de "semejanzas" y no diferencias.
El principal punto de fricción entre gobiernos es la exigencia por parte de los catalanes de acordar un referéndum de independencia para Cataluña, algo que cuenta con el rechazo inicial del Ejecutivo de Sánchez.
"Cataluña quiere decidir su futuro político democráticamente y en libertad", dijo el presidente de Cataluña tras la reunión, que valoró positivamente pese a constatar las discrepancias entre las delegaciones.
"El Gobierno de España no comparte la posición de la Generalitat" en estas cuestiones", subrayó Montero, pero insistió en que "hay que buscar fórmulas".