"Estamos preocupados por la situación que se produjo en el Mundial de Biatlón", dijo el ministro a la prensa.
La Policía italiana irrumpió en la habitación de Lóguinov en la madrugada del sábado 22 de febrero, según el presidente de la Unión de Biatlón de Rusia, Vladímir Drachov, con el pretexto de problemas con la acreditación del entrenador del deportista y una infracción pasada de las reglas antidopaje.
Lóguinov que antes había conquistado una medalla de oro y otra de bronce en este Mundial, se retiró de la última prueba del 23 de febrero al no ver condiciones para seguir en la competición. Finalmente se impuso en la prueba el noruego Johannes Bo.
Matitsin señaló que en los próximos días se reunirá con Drachov para tomar todas las medidas necesarias.
El ministro precisó que la misión de su cartera es crear las condiciones para la participación de los deportistas y entrenadores del país en las competiciones internacionales.
El titular de cartera se refirió también al contencioso que mantienen la Agencia Mundial Antidopaje (WADA, por sus siglas en inglés) y la Agencia Antidopaje de Rusia (Rusada) en el Tribunal de Arbitraje Deportivo (CAS).
"El CAS dictará su fallo en los próximos meses (...) Esperamos que sea una decisión justa y se protejan los derechos de nuestros deportistas", dijo Matitsin.
El ministro recalcó que Rusia hará lo necesario para defender los intereses de sus atletas frente a las presiones ilegales indistintamente de donde provengan.
En septiembre de 2018, la WADA devolvió la acreditación a la Rusada casi tres años después de retirársela por un supuesto dopaje institucional que nunca llegó a sustentar con pruebas.