Las comparaciones son inevitables. A la espinosa pregunta de quién es el mejor futbolista de la historia, la respuesta se zanja definiendo su nacionalidad: un argentino. Y en el encuentro de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, tal cuestión revolotea necesariamente sobre el partido que enfrenta el 25 de febrero al FC Barcelona con el local Nápoles.
Un cruce eliminatorio
El partido en sí encierra muchos alicientes, aparte de dilucidar quién continuará adelante en la competición europea. Alojado en posiciones intermedias de la tabla en el campeonato italiano, el Nápoles no obstante ha sido capaz de derrotar (2-0) esta temporada en San Paolo al vigente campeón de Europa, el Liverpool.
Un partido lleno de simbolismo
Internacionales ambos por Argentina y con numerosos títulos ganados para sus clubes, la gran diferencia deportiva entre Leo Messi y Diego Armando Maradona estriba en que el primero todavía no ha podido conquistar el cetro mundial con la selección albiceleste. Pero la dimensión del segundo excede al ámbito deportivo.
El público dicta sus favoritos. En el caso del napolitano, la cuestión es de una fe basada en datos mensurables. Porque aun cuando Messi y el Barcelona les machacaran, en Nápoles el recuerdo de Maradona, una suerte de presencia omnipresente, aquel que recogió un pingajo de equipo y lo hizo campeón, aquel al que incluso los oscuros poderes fuera de la ley del sur de Italia determinaron como intocable, es y seguirá siendo inabarcable.
Argentinos 🇦🇷
— Oficial SSC Napoli (@sscnapoliES) February 23, 2020
Zurdos 🦵
Los mejores 🔟
Maradona 🤝 Messi
San Paolo haciendo historia en el fútbol... 🏟💙 #ForzaNapoliSempre #UCL @FCBarcelona_ES pic.twitter.com/6IMd0v4ssI