Las primeras investigaciones han revelado que la primera persona se contagió tras haber viajado a China. A su vuelta del país asiático, este hombre mantuvo una vida normal sin saber que portaba el nuevo coronavirus. Se hizo las pruebas médicas y en todas dio negativo. Esta es la razón por la que es considerado como el paciente 0.
El virólogo Giorgio Palú destacó a la agencia EFE que los análisis no revelaron la presencia del coronavirus en su organismo porque tenía una cantidad clínicamente insignificante.
Desgraciadamente, el paciente 1 llevaba un estilo de vida muy activo. Desde comienzos de febrero participó en dos carreras, jugó fútbol, cenó y salió con varios amigos, así como asistió a otros eventos. Además, fue a trabajar a su empresa que cuenta con más de 150 empleados y se sitúa en Casalpusterlengo.
Este hombre ni se imaginaba que estaba infectado con el SARS-CoV-2 tras sentirse mal un día, es por esto que tardó en ir a ver su médico. El paciente 1 contagió del coronavirus a su propia esposa, considerada como la paciente 2. Por su parte, la mujer infectó al paciente 3 mientras hacía deporte con él.
Recientemente, Italia tuvo que aislar tres localidades en la región de Lombardía después de que se confirmaran los 43 casos de contagio por coronavirus y se registraran dos muertes. A la fecha de publicación de este artículo, el número de afectados ya ha ascendido a 79.
Además, las autoridades italianas pidieron a unos 35.000 residentes de Codogno, Castiglione d'Adda y Casalpusterlengo, que no salieran de sus casas en los próximos días. Lo hicieron con el objetivo de evitar que el SARS-CoV-2 siga propagándose por el país mediterráneo, dado que estas localidades se sitúan a tan solo unos 60 kilómetros de Milán. Posteriormente, esta recomendación se extendió hasta una decena de localidades, afectando a 50.000 personas.
"No debemos sembrar el pánico, pero tenemos que hacer entender a la gente que las medidas que se han tomado son esenciales para el bien de la comunidad", advirtió el presidente de la región de Lombardía, Attilio Fontana.