Teora está ubicado en la región sureña de Campania. Sus autoridades esperan atraer a posibles residentes ofreciéndoles unos 162 dólares para cubrir los gastos del alquiler o más de 5.400 dólares para comprar una casa. Actualmente alquilar una vivienda cuesta en este pueblo poco más de 210 dólares, mientras que comprar una casa de 100 metros cuadrados vale más de 32.000. Eso significa que los solicitantes que optan por la primera opción tendrán que pagar tan solo unos 54 dólares.
Teora no está sola. Desde Sicilia hasta el norte de Alpes, varios pueblos ya han puesto en práctica la misma idea. A los nuevos residentes se les vendían las casas más ruinosas por un euro o por poco más de un dólar para que las remodelasen invirtiendo sus propios recursos. Las autoridades de Teora consideran que su plan funcionará mejor porque quienes deciden desplazarse a los demás pueblos se quedan allí durante no más de un par de meses al año para pasar las vacaciones.
"No es la solución. Pero solicitar la residencia y apuntar a los niños a una escuela local sí animará a iniciar una nueva vida en Teora", declaró a la CNN el alcalde Stefano Farina.
La población de la ciudad empezó a menguar drásticamente tras el terremoto que se produjo en 1980. Causó un serio daño material no solo en Teora, sino en la comuna cercana de Lioni. La última, de hecho, nunca ha sido recuperada.
"Dos bebés nacen anualmente [en Teora] por cada 20 adultos que fallecen. Nos encontramos por debajo de los 1.500 residentes. Busco revertir esta tendencia negativa. Los niños son nuestro futuro, las nuevas familias serán los pilares fundamentales de nuestra menguante comuna, por ello, apoyamos a los solicitantes con el mayor número de hijos", enfatizó.
A diferencia de otros pueblos, las casas de Teora se encuentran en buen estado dado, que fueron reconstruidos desde cero tras el terremoto. Algunas se venden incluso amuebladas. El pueblo también ofrece eximir a los posibles residentes del pago de la comida escolar y de los impuestos locales cobrados por los servicios. Hasta ahora, dos familias italianas y una de Brasil llegaron a Teora e incluso trajeron consigo a sus abuelos, comunicó el alcalde.
