"En dos días del segundo proceso de exhumación en el cementerio Las Mercedes, de Dabieba, (la JEP) halló diez cuerpos de personas que habrían sido presentadas de manera ilegítima como bajas en combate por parte de agentes del Estado", indicó ese tribunal en un comunicado.
Según precisó, el 18 de febrero fueron hallados siete cuerpos, los cuales se suman a otros tres encontrados el día anterior.
"Dentro de los hallazgos sobresalen los cuerpos de una menor de edad y los cuerpos de dos hombres jóvenes que fueron inhumados de manera ilegal con botas", señaló la JEP.
El 17 de febrero, la JEP inició la segunda fase de exhumación de personas que habrían sido víctimas de ejecuciones extrajudiciales por parte de agentes del Estado y que se encuentran sepultadas en fosas comunes en el cementerio de Dabeiba.
Desde el pasado 9 de diciembre la JEP realiza una diligencia de prospección y exhumación de cuerpos en ese cementerio a raíz de una serie de declaraciones de un militar que habría tenido conocimiento de los hechos y que se acogió a dicha jurisdicción, en el marco del Caso 03 'Muertes ilegítimamente presentadas como bajas en combate por agentes del Estado'.
El tribunal entregó el 17 de febrero a los familiares los restos de Edison Lexander Lezcano Hurtado, víctima de un "falso positivo" por parte de agentes del Estado en Dabeiba y quien fue identificado 18 años después en el marco de las investigaciones que se llevan a cabo sobre ese tipo de prácticas en el país.
Según la Fiscalía General de Colombia, entre 1988 y 2014 se registró un total de 2.248 víctimas de ejecuciones extrajudiciales, de las cuales el 48% fueron hombres jóvenes entre los 18 y 30 años.
De acuerdo a un informe de la Fiscalía presentado a la JEP, el fenómeno descrito aumentó de manera sustancial a partir de 2002 y tuvo su etapa más crítica entre 2006 y 2008, durante los años de gobierno del presidente derechista Álvaro Uribe (2002-2010), y en los hechos estuvieron involucrados soldados y militares de alto rango.
Los militares buscaban prebendas y ascensos, por lo que asesinaron a miles de jóvenes en varias regiones del país, a quienes hicieron pasar como guerrilleros caídos en combate.