La H. Pylori ha coexistido con el ser humano por miles de años. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos calculan que casi dos tercios de la población mundial albergan la bacteria causante de dolorosas úlceras gástricas.
No se sabe a ciencia cierta cómo se propaga, se cree que es por medio de alimentos y agua contaminados, y por contacto directo de boca a boca. En la mayoría de las poblaciones, la bacteria se adquiere en la niñez. La infección es más probable en los niños que viven en condiciones de vulnerabilidad, en lugares sobrepoblados y en zonas con sanidad deficiente.
En 2018 hubo 1 millón de casos diagnosticados de cáncer de estómago, y murieron 783.000 personas; la cifra representa el 8,2% de las personas que mueren por cáncer, es el tercero más mortífero. Según la American Cancer Society, en Estados Unidos en 2020 se diagnosticarán aproximadamente 27.600 casos de cáncer de estómago, 16.980 de ellos en hombres y 10.620 en mujeres; y morirán 6.650 hombres y 4.360 mujeres.
Más de 25 años después, en un artículo publicado en la revista científica New England Journal of Medicine, investigadores coreanos aseguran que eliminar el intestino de la bacteria causante de la úlcera Helicobacter pylori previene el cáncer de estómago en personas con antecedentes familiares de la enfermedad.
"Entre las personas con infección por H. pylori que tenían antecedentes familiares de cáncer gástrico en parientes de primer grado, el tratamiento de erradicación del H. pylori redujo el riesgo de cáncer gástrico", resume el estudio.
En un intervalo de casi una década, el 1,2% de los participantes que habían sido tratados con el cóctel habían desarrollado cáncer de estómago. Entre los que fueron tratados con placebo, ese porcentaje aumentó más del doble. En las personas que se erradicó la bacteria, el cáncer de estómago se presentó sólo en el 0,8%; entre los que permanecieron infectados fue casi cuatro veces más.