"El Consejo decidió hoy [el 17 de febrero] prorrogar las medidas restrictivas a Bielorrusia por un año, hasta el 28 de febrero de 2021", dice el comunicado.
El Ministerio de Exteriores bielorruso, por su parte, calificó de "vestigio del pasado" la decisión del Consejo y acusó a la UE de "inercia política" a la hora de construir el diálogo con Minsk que está interesada en "unas relaciones de buena vecindad y de asociación".
Las sanciones a Bielorrusia, introducidas en 2004, incluyen un embargo para el suministro de armas y equipamiento que puedan ser usados para represiones internas, así como la congelación de activos y la prohibición de viajes a cuatro personas en relación con la desaparición sin resolver de dos políticos opositores, un empresario y un periodista, en 1999 y 2000.
Más tarde se adoptaron restricciones adicionales en torno a personas vinculadas con infracciones de los estándares internacionales de las elecciones y la legislación internacional en el ámbito de los derechos humanos, así como la represión de la sociedad civil y la oposición.
El embargo para el suministro de armas fue introducido en 2011.
En febrero de 2016, el Consejo Europeo determinó anular las medidas restrictivas para 170 personas y cuatro compañías.
Ayuda de Rusia y la UE
El presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, declaró que Bielorrusia espera que la Unión Europea (UE) y Rusia le brinden más ayuda para reforzar la seguridad de su frontera.
"El perfeccionamiento de la infraestructura fronteriza resulta bastante caro, esperamos recibir más ayuda no solo de la Unión Europea porque se trata de una frontera ruso-bielorrusa común [frontera del Estado de la Unión de Rusia y Bielorrusia]", dijo Lukashenko citado por la agencia Belta.
Lukashenko explicó que la UE debe estar interesada en estrechar la cooperación con Bielorrusia en la lucha contra las amenazas comunes que ya "son más de una decena".
Otro importante aspecto —continuó el presidente—, es la atracción de Bielorrusia como país de tránsito y destino turístico, para lo cual se está perfeccionando la política de visados.
"Al mismo tiempo se debe revelar y prevenir las infracciones, cada metro de la frontera debe estar bien protegido con la ayuda de los medios técnicos más avanzados, y claro que siempre debemos contar con la ayuda de la población local, elevando esa labor al más alto nivel", expresó el líder bielorruso.