Durante una reunión dedicada a las cuestiones relacionadas con las enmiendas a la constitución rusa, celebrada el 13 de febrero, el mandatario apoyó la propuesta de prohibir la alineación de los territorios de Rusia, así como manifestó que no habrá matrimonio entre personas del mismo sexo. Estas declaraciones provocaron debates en los medios de comunicación y expertos internacionales.
Estas declaraciones provocaron debates en los medios de comunicación y entre expertos internacionales. Sin embargo, el profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Europea de Valencia, Jorge Mestre, considera que no es más que una demonización de Vladímir Putin y en una entrevista a Sputnik explicó por qué.
Matrimonio homosexual en Rusia
El docente destacó que en la actualidad solo el 15% de los países del mundo reconocen el matrimonio entre homosexuales, razón por la cual Rusia no es el único lugar donde ocurre eso. Lo que es más, entre los Estados que no contemplan el matrimonio homosexual, se encuentran "países con un gran potencial y peso económico", como Japón e Italia.
Mientras tanto, la situación vivida en Rusia es la misma que en países de Europa del Este como Polonia, Ucrania, Rumanía, Hungría, Chequia, Macedonia o Grecia. "La declaración del presidente Putin corresponde a su concepción del mundo y me parece tan respetable como la del primer ministro japonés, que tampoco la introduce en su legislación o el primer ministro italiano", agregó.
"Por tanto, me parece sacar fuera de contexto la exageración que desde algunos medios se ha producido en cuanto a esta información: a mí no me sorprende. Lo que pasa es que la prensa occidental en muchas ocasiones, bueno, todo lo que diga Putin o anuncie Putin enseguida se busca la demonización", constató el profesor.
Integridad territorial de Rusia
Que Putin diga que le gusta la idea de que el territorio que actualmente forma parte de la Federación de Rusia no pueda ser alienado, dividido o separado es una lógica que existe "en cualquier Constitución del mundo", explicó Jorge Mestre.
"Y no lo hace ninguna otra Constitución. Por lo tanto, creo que forma parte de la normalidad que un país quiera defender y proteger su soberanía frente a intentos de intromisión desde el exterior o desde el interior alimentados por fuerzas extranjeras", concluyó Mestre.