Durante su reciente visita a la capital turca, el representante especial de EEUU para Siria, James Jeffrey, declaró que Washington apoya la actividad de Turquía en la provincia siria de Idlib. Esta ha sido la segunda visita de Jeffrey al país otomano en el último mes.
La Administración de EEUU ve en la crisis de Idlib la posibilidad de establecer un nuevo balance de fuerzas geopolítico y estratégico no solo en Siria, sino en toda la región de Medio Oriente, añade.
A su vez, "Turquía, como agente internacional que se basa en la experiencia anterior, sabe qué percepción tiene Washington en realidad acerca de las relaciones con sus aliados, y busca no depender de los estadounidenses. Ankara quiere atenerse a una política exterior multifacética y equilibrada. En este sentido Turquía espera mantener el diálogo con Moscú", destacó.
Ahora, cuando las relaciones turco-rusas han superado con éxito pruebas de resistencia extremadamente difíciles, una posible escalada de tensión con Rusia sería un paso irrazonable con consecuencias bastantes negativas en los distintos campos: en la energía, en la seguridad y en la política exterior, concluyó.