En una de nuestras ediciones anteriores analizamos el concepto de superpotencias caras y baratas que encontramos en los medios internacionales. Según esa clasificación, hay Estados que gastan miles de millones de dólares para proyectar su poder en el escenario global.
Pero también hay superpotencias baratas. Un buen ejemplo al respecto puede ser Rusia que ha logrado influir más allá de sus fronteras a muy bajo costo, según sostienen algunos de nuestros colegas.
La semana pasada nos referimos al Oriente Medio con la excusa de la presentación del tan esperado plan de Washington para Palestina e Israel promocionado como una solución histórica y un éxito sin precedentes de la política internacional de Donald Trump.
Pocos días después, llega el primer resultado palpable de este plan histórico como lo describen algunos en Estados Unidos. Palestina anuncia la suspensión completa de relaciones con Estados Unidos e Israel.
"Palestina rompe relaciones con Israel y Estados Unidos", titula la edición en español de Euroenws.
Es este es el resultado que pretendía conseguir con su iniciativa diplomática el presidente Trump? La respuesta es evidente: no aspiraba a semejante resultado. Cualquiera que sea la verdad, las consecuencias de la política internacional llevada a cabo al estilo Trump parecen ser sumamente negativas. No solo no ha conseguido mejorar la situación o solucionarla, sino que desencadenó una nueva profunda crisis en Oriente Medio.
Pero aparentemente, poner patas arriba a una región del mundo le pareció poco a Trump. Esta semana llegó el turno de América Latina.
Esta reunión que ha causado ya fuertes críticas por parte del presidente venezolano Nicolás Maduro coincide con una extensa gira por América Latina del canciller ruso, Serguéi Lavrov, acompañado por una delegación rusa.
"Estados Unidos con Guaidó, Rusia con Maduro: semana de movimientos diplomáticos en Venezuela", titula la edición en español de la CNN.
Detener la locura de Donald Trump, tal y como lo pide Nicolás Maduro, aparentemente no será fácil. Porque esa llamada locura parece ser la esencia de su estilo de la política internacional independientemente de la región donde opere.
Mientras tanto, el mismo miércoles que Trump estaba recibiendo a Guaidó llegó a Cuba el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, en el inicio de una gira por América Latina que lo lleva también a México y Venezuela con el propósito de consolidar las relaciones con el área.
La realidad es que en muchas ocasiones la propia política nacional o internacional de Estados Unidos es la razón de que la situación dentro o fuera de sus fronteras se desestabilice.
Algo parecido podría ocurrir también en América Latina. El ministro de Exteriores ruso quien ha criticado en más de una ocasión las "agresiones contra América Latina" por parte de Washington fue bienvenido en varios países latinoamericanos dirigidos por Gobiernos incómodos desde el punto de vista de Estados Unidos.
"Canciller de Rusia visita Cuba en gira por Latinoamérica", titula a una de sus crónicas Telesur.
Según el analista en temas internacionales Esteban Silva Cuadra, la situación se agrava aún más por el hecho de que Trump se siente actualmente triunfador al salir ileso de la moción de censura. El analista subraya que en su reciente discurso del Estado de la Unión sonaron casi amenazas directas a varios países de América Latina.
"Silva Cuadra: Rusia busca hacer frente a EEUU en América Latina", titula a una de sus crónicas HispanTV.
¿Realmente podrá Rusia detener la locura de Donald Trump en América Latia tal y como lo pide el presidente venezolano, Nicolás Maduro?
Según el analista en temas internacionales Esteban Silva Cuadra, Moscú actualmente tiene todas las perspectivas de formar una "coalición" con varios Gobiernos latinoamericanos que sirva como un contrapeso a la unilateral política internacional de Trump en la región.
Lo curioso es que el mismo enfoque de la situación en América Latina compartan varios medios europeos. "El ministro de Exteriores ruso visita América Latina para consolidar su influencia en la región. Cuba y Venezuela esperan con los brazos abiertos a su aliado, mientras México explorará profundizar sus relaciones", titula a una de sus crónicas el diario español El Mundo.
El verdadero factor clave para que el 'hijo de Chávez' se atornillara en el poder ha sido la unilateral y agresiva política de Trump que efectivamente subestimaba la importancia del apoyo ruso a Maduro. Precisamente esa política hizo posible la consolidación del apoyo ruso y de la presencia rusa en Venezuela.
Y como hemos visto ya, semejante afirmación actualmente es correcta tanto en referencia a América Latina, como al Oriente Medio…