"Es evidente que los ataques de Israel revisten un carácter provocador y son extremadamente peligrosos para la situación en torno a Siria", dijo el diplomático en una entrevista concedida a Sputnik.
Comentó que los misiles israelíes caen no solo en los territorios sirios fronterizos con Israel.
Efímov citó el caso ocurrido en los suburbios de Damasco en la noche del 5 al 6 de febrero.
"Un caso indignante tuvo lugar en la madrugada del pasado 6 de febrero, cuando la defensa antiaérea de Siria estuvo repeliendo un ataque con misiles aire-tierra israelíes y por suerte no llegó a derribar un Airbus A320 con 172 pasajeros a bordo", señaló.
Afortunadamente —dijo el diplomático— se logró desviar el avión y aterrizarlo en la base aérea rusa de Hmeymim.
"No solo fue violada la soberanía de Siria, sino además fueron puestas en peligro las vidas de personas inocentes, lo que hace incrementar el potencial conflictivo en torno a Siria y contradice los esfuerzos por estabilizar la situación en el país árabe", indicó el embajador ruso en Siria.
Según había informado el Ministerio de Defensa de Rusia, un avión A320 con 172 pasajeros a bordo se preparaba para aterrizar en el aeropuerto de Damasco en la noche del 5 al 6 de febrero y estuvo a punto de verse bajo el fuego de la defensa antiaérea siria, que en aquel momento estaba rechazando un ataque de cuatro aviones F-16 de la Fuerza Aérea de Israel.
Se logró evitar la tragedia desviando el Airbus hacia la base aérea de Hmeymim, situada en la gobernación siria de Latakia.
Presencia militar de EEUU en Siria
Además, Efímov indicó que la presencia militar de EEUU en el noreste de Siria y en el este del Éufrates obstaculiza el diálogo entre Siria y los kurdos.
El diplomático constató que el Gobierno sirio no rechaza la propia idea de dialogar con los kurdos.
"Sin embargo influye el factor externo, ante todo los estadounidenses —que a pesar de todas las declaraciones anteriores de Washington, y contradiciendo las normas y principios del derecho internacional— mantienen su presencia militar ilegal en la orilla oriental del Éufrates", dijo.
Damasco y los kurdos "llevan a cabo el diálogo de un modo u otro, pero en las condiciones actuales este no lleva a ningún resultado positivo", lamentó Efímov.
A su juicio, la situación mejorará si Siria recupera su soberanía en el noreste y en el este del Éufrates en general y después de que todas las fuerzas extranjeras se marchen de las zonas mencionadas.
Donaciones rusas a programas de la ONU para Siria
El diplomático también destacó que Rusia contribuyó con más de 20 millones de dólares a los programas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Siria el año pasado.
"Consideramos importante ayudar a Siria en el marco de la ONU, Rusia contribuyó con más de 20 millones de dólares al presupuesto de los programas específicos de la ONU en 2019", dijo Efímov.
El diplomático precisó que los fondos son utilizados por:
- la Organización Mundial de la Salud
- el Programa de la ONU para el Desarrollo
- la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura
- el Servicio de la ONU de Actividades relativas a las Minas
- el Fondo de Población de la ONU
Asimismo, Rusia asignará este año 20 millones de dólares más al Programa Mundial de Alimentos de la ONU para ayudar a la entidad a implementar en Siria varias iniciativas alimentarias, anunció.
El embajador también denunció que Siria todavía no recibe asistencia internacional completa en la reconstrucción posterior al conflicto que prometieron a Damasco varios países occidentales si comienza el proceso político en el país y se pone en marcha el Comité Constitucional sirio.
"Los principales donantes de la ONU de los conocidos países occidentales por razones políticas se niegan a invertir en la reconstrucción de los territorios controlados por Damasco, limitándose a los proyectos humanitarios urgentes", afirmó Efímov.
En este contexto Rusia insta a todos sus socios internacionales a prestar más asistencia a todos los sirios, sin tener en cuenta la situación política, concluyó.
Las tropas sirias actualmente se encargan de eliminar los últimos focos de terrorismo que quedan tras la derrota de Daesh (autodenominado Estado Islámico, grupo terrorista proscrito en Rusia y otros países) y tras casi nueve años de conflicto.
